La terapia de Pareja es un espacio terapéutico ideado para analizar y tratar aquellas situaciones que provocan malestar a la vida de la pareja.
Somos conscientes que la convivencia diaria, la rutina o la falta de comunicación, entre otros aspectos, pueden deteriorar la relación de pareja. Cuando una pareja comienza a tomar conciencia de ello, inicialmente intentan resolverlo por ellos/as mismos.
Sin embargo, en muchas ocasiones no disponen de los conocimientos o herramientas para ello. De esta forma, cuando ambas partes consideran que no hay salida, es el momento de plantearse acudir a un especialista para que pueda orientarles y aconsejarles.
Normalmente una de las partes de la relación es la que da la voz de alarma, sin embargo, es fundamental que ambas partes estén dispuestas a colaborar, ya que en caso contrario, la terapia no va a resultar efectiva.
Hay que tener en cuenta que acudir a una terapia de pareja, no es garantía de que los problemas se vayan a resolver. Esto es algo, que siempre, me gusta aclarar con mis pacientes. En ocasiones, cuando abrimos “La Caja de Pandora”, puede pasar que alguno de los dos miembros de la pareja, o ambos, descubran que no quieren continuar con la relación. Es un riesgo que hay que asumir. De cualquier forma, la realidad es que la mayoría de las parejas consiguen resolver sus conflictos, saliendo reforzadas y más unidas de este trabajo terapéutico.
Independientemente de cuál sea el problema que les trae a la consulta, existen tres ámbitos indispensables que son necesarios trabajar para que la pareja se reconstruya y funcione: Intimidad, Pasión y Compromiso.
Una vez la pareja nos ha expuesto aquello que le trae a la consulta y hemos conseguido establecer una buena alianza terapéutica como ambos miembros, será el momento de comenzar a plantear los pasos en la intervención, los cuales pasan por:
¡Hola soy Raquel! ¿En qué puedo ayudarte?